Antivaho: ¿qué es y cómo funciona?
No hay nada peor que una lente se empañe y arruine un día de freeride en el bosque.
Afortunadamente, con el tiempo se han hecho grandes mejoras: de las gafas de una sola lente a las de doble lente (que compensan el choque térmico entre la cara y el aire exterior) y el uso de capas antivaho, ¡pero no todo el mundo sabe que las lentes antivaho no son todas iguales!
¿Qué es el tratamiento antivaho?
El antivaho es una capa de material hidrófilo que se aplica uniformemente en el interior de las lentes de las gafas de esquí. Sirve para absorber la humedad, reduciendo la tensión superficial del agua y distribuyéndola por toda la superficie de la lente, evitando que se forme condensación.
No todos los tratamientos antivaho son iguales
La norma EN166 establece que, para que una lente se considere antivaho, debe superar la prueba estándar de resistencia al empañamiento durante al menos 8 segundos. Así que sí, en realidad existe una medida muy precisa de la eficacia de un tratamiento antivaho, aunque no se suela divulgar, que es el número de segundos que resiste la lente a la prueba. Cuantos más segundos resista una lente, mejor será su eficacia antivaho.
Para que te hagas una idea de la diferencia que puede existir entre unas lentes y otras, utilizamos una formulación especial que resiste la prueba durante más de 300 segundos: ¡es más de 37 veces más eficaz que el mínimo legal! Así que si busca el mejor antivaho y quiere ir más allá de los eslóganes de marketing, estos son los datos que debe pedir.
Dato curioso: 300 segundos es el tiempo máximo que puede funcionar la máquina de pruebas, así que no sabemos cuánto más podría haber durado.
Cómo cuidarlo
Incluso el mejor revestimiento antivaho puede estropearse si se manipula mal, y una vez dañado, es muy difícil restaurarlo con sprays posventa. Pero, con unas sencillas precauciones, puedes asegurarte de que el revestimiento antivaho de tus gafas dure mucho tiempo:
- No frote el interior de las gafas, sobre todo si están mojadas.
- Límpielas sólo cuando estén secas, frotándolas suavemente.
- Si entra nieve durante el uso, no frote el interior; en su lugar, retírela sacudiendo las gafas y, a continuación, frote las zonas más críticas.
- Si se mojan, deje secar las gafas en un lugar ventilado antes de guardarlas.